La historia contada en clase, la he adaptado para niños de
2º ciclo de Educación Primaria, aunque también puede ser leída para niños del
tercer ciclo, pero yo la he enfocado más bien para segundo ciclo de Primaria.
TODA CLASE DE PIELES
Había una vez un reino muy lejano llamado Castroserna de
Abajo, este no era un reino normal, o al menos no ahora. Una bruja de un reino
de al lado tenía mucha envidia a la gente de Castroserna de Abajo, eran todos
muy listos, guapos, simpáticos y muy sociables con los pueblos de alrededor, un
día la bruja, cansada de tener que soportar a los Castrosernianos, decidió
hacer un hechizo, este consistió en convertir a todas las personas que
estuvieran en el reino en ese momento en pequeños ratoncillos de campo.
Los habitantes de Castroserna se quedaron sorprendidos al
ver en que se habían convertido, todo lo que estaba sucediendo era muy raro,
los reyes no daban crédito a lo ocurrido. A la bruja la entró el remordimiento
y apiadada de sus pobres vecinos decidió
que con este hechizo no tenían que ser ratoncillos todo el tiempo, todo aquel
que quisiera podía convertirse en humano siempre que le apeteciera, eso sí, a
las 12 de la noche volvería a su estado de roedor.
Al principio todos los habitantes de Castroserna de Abajo se
convertían en humanos durante el día y por la noche volvían a ser pequeños
roedores...fue pasando el tiempo y se acostumbraron a vivir como ese pequeño
animalito, asique decidieron vivir como tal.
***
Los reyes del pueblo eran
jóvenes, guapos, se querían mucho, eran muy felices y estaban absolutamente
enamorados pero les faltaba una cosa y es tener una hija o un hijo. La renina
al cabo de un tiempo se quedó embarazada, y después de 9 meses nació una
pequeña ratoncilla preciosa, la reina era la ratita más bonita del lugar, pero
su hija radiaba belleza la miraras por donde la miraras, los reyes no podían
ser más felices, tenían todo lo que siempre habían deseado, porque el ser
humanos o ratones ya no les importaba nada, estaban acostumbrados y vivían muy
contentos.
Cuando pasó un tiempo, la reina
empezó a tener problemas, porque no superó bien el parto, los dolores eran cada
vez más fuertes y el médico le dijo al rey que la reina iba a morir.
El rey se puso muy triste y quiso
acompañar a la reina en sus últimos días de vida. El rey le dijo:
-
Siempre te voy a querer, no pienso casarme con
nadie, solo cuidare de nuestra pequeña ratoncilla.
La reina le
respondió:
-
De ninguna manera, todavía eres muy joven,
además eres el rey, tienes que volver a casarte y tener un hijo para que sea el
heredero del trono.
Eso sí la
reina le puso una condición, era su última voluntad, y fue la siguiente:
-
Ratón, te podrás casar con quién quieras, eso sí
tiene que ser más bella que yo.
El rey roto de dolor, le promete
a su esposa que así lo haría, que se casaría con alguien ya fuera ratón o
persona, pero con la condición de que fuera más bella que ella.
La reina murió y se pusieron
todos muy tristes. El rey pasó una temporada muy cabizbajo, no quería hablar
con nadie, ni salir a pasear ni trepar por los arbolillos de palacio.
Cuando ya pasó un tiempo, el rey
ve que no puede seguir así, así que decide cuidar de su hija y volver a
sonreír. La princesita además ha salido un poco rebelde porque ella no quiere
vivir como un ratoncillo de campo, a ella le gusta ser un humano, una niña de
verdad, asique se pasa el día de arriba abajo jugando ella sola de aquí para
allá, y eso le tiene un poco preocupado al rey.
***
Después de 15 años, un día el rey
se levantó por la mañana y vio que era el momento de buscar una nueva esposa,
para que le diera un heredero y a la vez un hermanito para su hija, eso la
mantendría ocupada y así dejaría de convertirse en humana cada dos por tres.
El rey se puso a buscar por todo
el reino alguna ratita que fuera más bella que su mujer fallecida, pero la
búsqueda fue fallida, no había nadie tan guapa y tan simpática como su difunta
esposa.
Al ver que no obtuvo éxito en su
búsqueda entre los roedores, decidió
convertirse en humano para poder buscar entre las mujeres humanas. El rey
estaba muy nervioso pues hacia mucho que no se convertía en humano. Salió a la
calle en búsqueda de una bella dama, pidió a sus nobles que llamaran a
princesas de otros reinos…había mujeres guapísimas pero al rey no le convencía
ninguna asique la búsqueda volvió a fracasar.
Al volver a casa vio una
chiquilla y se quedo perplejo de la belleza que tenía aquella joven, el rey
corrió para decírselo a sus ayudantes, pero cuando volvieron aquella joven ya
no estaba allí.
Por la noche el rey le contó a su
hija lo sucedido:
-
Hija no te vas a creer lo que te voy a contar.
-
Dime padre. - Le respondió ella.
-
He visto hoy a una mujer mucho más bella que tu
madre, era preciosa, con un pelo largo dorado, alta, de ojos claros, se parecía
mucho a tu madre pero era más guapa si cabe aún.
-
¡Pero padre!, esa chica de la que usted me
habla, ¡soy yo!
El rey se quedó muy sorprendido
de lo que acababa de escuchar, pero aunque había visto pocas veces a su hija convertida en humana, sabía que no era ella.
- No hija mía, tiene tus mismos rasgos, pero se que no eres tu.
-
Me quedo mucho más tranquila. -Le dijo ella.
-
El problema es que cuando he vuelto para hablar con ella ya no estaba.
- Y ¿porque tiene tantas ganas de conocer a esa mujer?
- Le hice una promesa a tu madre y es la mujer más guapa que he visto en el mundo. Asique tendré que buscarla y casarme con ella.
La princesa empezó a ver como su padre suspiraba por esa mujer a la que vio, y como a ella la tenía un poco abandonada. Un día le dijo:
- Padre parece que usted se ha olvidado de mi.
- Eso no es así ratita, es solo que estoy muy atareado buscando a esa bella dama.
- Incluso se le olvidó que era mi cumpleaños. - Dijo la princesa con lagrimas en los ojos.
- Padre parece que usted se ha olvidado de mi.
- Eso no es así ratita, es solo que estoy muy atareado buscando a esa bella dama.
- Incluso se le olvidó que era mi cumpleaños. - Dijo la princesa con lagrimas en los ojos.
- Eso no puede ser, me siento muy culpable de todo lo sucedido estos días. Lo siento hija. a modo de disculpa como regalo me puedes pedir todo aquello que desees.
- No hace falta padre.
- Hija déjame recompensarte de verdad insisto.
- Está bien, ya que veo que insiste tanto, quiero un vestido tan dorado como el Sol, otro tan plateado como la Luna y el último tan brillante como las Estrellas.
- No hace falta padre.
- Hija déjame recompensarte de verdad insisto.
- Está bien, ya que veo que insiste tanto, quiero un vestido tan dorado como el Sol, otro tan plateado como la Luna y el último tan brillante como las Estrellas.
-
Bueno no me supondrá mucho problema, eres
pequeñita asique se tardará poco en hacer el vestido.
-
No, no, yo lo quiero para podérmelo poner al ser
humana.
-
¡Pero eso tardare mucho tiempo!
-
No importa esperaré, es eso lo que deseo como
regalo de cumpleaños.
-
- Ah y también deseo un abrigo que esté hecho con toda clase de pieles de los animales que existan en el planeta.
-
-
- Ah y también deseo un abrigo que esté hecho con toda clase de pieles de los animales que existan en el planeta.
-
-
¿De ratón también?
-
No, no vaya a ser que cojáis a algún familiar.
-
Está bien, pero eso también me va a llevar mucho tiempo.
El rey se puso manos a la obra con ayuda de sus consejeros, capitanes etc. les mandó que se pusieran a buscar por todo el mundo, el hilo de oro más fino que existiese para hacer el vestido tan dorado como el sol y los brillantes más maravilloso del mundo para hacer el vestido tan brillante como las estrellas.
También puso a otros de sus caballeros, militares, consejeros, a buscar pieles de todo tipo de animales (excepto
de ratones de campo) para poder hacer el vestido a su hija. Cogieron un trocito
de piel de cada animal aunque fuera pequeño, pero si no, no cabrían toda clase de
pieles.
Un año después, apareció el padre
con el abrigo de toda clase de pieles, era un abrigo enorme, porque aunque era
de un cachito de piel de cada animal, había muchos animales en el mundo. El
abrigo llegaba hasta los pies, con un vuelo enorme, sus mangas también eran muy
anchas, el abrigo tenía una capucha que si se la ponía le tapaba la cara. La
princesa quedó encantada con su abrigo, la pareció muy original. también estaban listos sus tres vestidos, eran preciosos.
El padre al darla el regalo la
dijo:
- Con todos estos regalos ¿ya he resuelto mi error?
La princesa se quedó callada y
pensó que aunque quería mucho a su padre y había cumplido todas sus peticiones, las cuales ella solo las había hecho para fastidiarle y que le supusiera mucho trabajo poder realizarlas, ya que la costaba perdonarle por haberse olvidado de su cumpleaños. La princesa no podía seguir en el castillo, no se encontraba agusto, no solo porque su padre estuviera distraído pensando en buscar a aquella mujer, si no porque ella estaba creciendo y no tenía con quién jugar, el resto de niños no eran de su estilo, asíque decidió marcharse sin decir nada. Como ya sabemos era una princesita algo revelde.
La princesa recogió sus tres vestidos, el vestido tan dorado como el sol, el vestido tan plateado como la luna y el vestido tan brillante como las estrellas. Al hacerse de día y poder
adoptar la forma humana salió corriendo del palacio, pero antes cogió una
cadena que le había regalado su madre en ella aparecía una rueda de hámster, una
pipa (de comer) dorada, y el anillo de boda de su madre, todo esto ella lo
tenía en una cadenita de oro, asique se lo colgó al cuello, cogió el abrigo de
toda clase de pieles y se fue al bosque.
Paso varios días escondiéndose, las
noches era lo más duro, durante el día tenía aspecto de humana y podía correr y
avanzar para que nadie la descubriese, pero por la noche se convertía en un
pequeño ratoncillo indefenso, y tenía que ponerse a salvo de cualquier animal
peligroso para ella. Se metía en grutas, en los agujerillos de los arboles,
pero cualquier lugar era un peligro. Un día estuvo a punto de atraparla un gato
que correteaba por el bosque, otro día la rozó la garra de una lechuza que iba
en busca de comida, en incluso estuvo a punto de caer en una trampa para
ratones.
Un día por la mañana, es decir,
tenía el aspecto de princesa, vio a lo lejos como paseaba un príncipe en su
caballo blanco, ella se quedó totalmente prendada de ese hombre que vio, al
acercarse para verle mejor, hizo un poco de ruido, y el príncipe se giró para
ver si veía a alguien, ella por si acaso se tapo con su abrigo de toda clase de
pieles.
Cuando el príncipe se alejo, ella
le siguió y vio como se metía en su castillo. De repente se dio cuenta de lo
lejísimos que estaba de su reino, es más, estaba en el reino de Castroserna de
Arriba, allí todos odiaban a los de Castroserna de Abajo, de hecho la bruja del
hechizo era de ese reino.
La princesa no podía dejar
escapar a ese hombre tan apuesto que había visto en el bosque así que decidió
ir a su palacio y hacerse pasar por una cocinera. No tuvo mucho problema para
entrar, pues necesitaban personal en la cocina, eso sí la dijeron que se tenía
que duchar y limpiar porque esas no eran formas para trabajar en ningún sitio.
***
Los trabajadores la preguntaron
por su nombre, pero ella prefirió no decir nada para así evitar sospechas, ya
que su padre la estaba buscando. Como no les dijo su nombre, la empezaron a
llamar Toda Clase de Pieles, no solo porque se pusiera el abrigo de toda clase
de pieles a modo de mandil para no mancharse, si no, porque sus manos tenían un
color raro, por unos lados eran color carne pero por otros lados tenían
tonalidades diferentes, de color gris, marrón. Esto era porque ella por las
noches era un ratoncillo de campo, pero esto no lo sabía nadie ni lo podían
saber.
A la princesa no se le daba nada
mal esto de ser cocinera, aprendió bastante rápido, pero ella lo que quería era
conocer al príncipe poder hablar con él, mirarle a los ojos, poder tomar un
café incluso, pero en la posición en la que estaba, y sobre todo convirtiéndose
en ratón por las noches era bastante complicado.
Pasó casi un año en el castillo,
la princesa tenía ya 19 años y aún ni había cruzado palabra con el príncipe,
además cada vez la resultaba más difícil poderse esconder por las noches y que
nadie descubriera su secreto.
Pero a los pocos meses el
príncipe anunció que buscaba esposa, esta noticia la princesa no sabía si era
buena o mala…la búsqueda de la esposa para el príncipe duraría dos días y
daría un baile cada noche, de esta manera elegiría quien sería la nueva reina.
Toda Clase de Pieles empieza a
pensar como lo puede hacer para conquistar al príncipe, esta es su única y
última oportunidad, ya que si no consigue enamorarle, se quedará sin él para
siempre.
Cuando es la primera noche del
baile, Toda Clase de Pieles le dice al cocinero:
-
Por favor, déjeme subir a ver el baile, que
nunca he visto un baile en palacio, me esconderé detrás de la cortina y así no
podrán verme.
-
Está bien, en cuanto termines de fregar puedes
subir a ver el baile, pero no vengas muy tarde, que hay que prepararle la sopa
al príncipe.
-
No se preocupe a las 10 estaré aquí.
Toda Clase de pieles se va
corriendo a su habitación, se ducha, se peina y se pone el vestido tan dorado
como el sol y se presenta en el baile de palacio. En cuanto el príncipe la vio,
le pareció la mujer más bella más radiante y más elegante que había visto
nunca. Dejó a todas las demás y se puso a bailar con ella y cuando ella vio que
era más o menos hora de irse, porque tenía que cambiarse y ayudar en la cocina
asique le dijo al príncipe:
-
Me tengo que ir, me tengo que ir, tengo mucha
prisa.
-
Quédate un ratito más. – le dijo él.
-
Lo siento no puedo.
El príncipe por más que intentó
retenerla no pudo. Ella se fue a su habitación se puso su abrigo de toda clase
de pieles y bajo a las cocinas, el cocinero la regaño un poquito ya que llego
algo más tarde de lo que le había dicho, pero no le dio mayor importancia. Eso
sí la dijo:
-
Se me ha hecho tarde haciendo tus tareas, asique
haz tú la sopa para el príncipe.
-
Está bien, no se preocupe.
Se puso a preparar la sopa para
el príncipe, echando todos los ingredientes que se echaban siempre, pero
también echo un ingrediente extra, mucho amor y cariño, pero además le echo el
colgante con la rueda de hámster dentro de la sopa. El cocinero cuando Toda
Clase de Pieles terminó le dijo:
-
Súbele tu la sopa al príncipe, que los criados
ya se han ido a dormir.
Ella con su
abrigo de toda clase de pieles subió, llamó a la puerta, espero a que el
príncipe abriera y cogiera el bol y se marchó corriendo, ya eran las once y
media pasadas, la quedaba menos de media hora para convertirse en ratita otra
noche más.
El príncipe
cuando empezó a comerse la sopa, le pareció que estaba más buena que otros
días. Cuando llego al final noto que había una cadena con una rueda de hámster,
esto al príncipe le mosqueo un poco, pues pensaba que alguien le estaba
vacilando, asique bajo a las cocinas y preguntó:
-
¿Quién me ha hecho la sopa?
El cocinero que no sabía si tenía
que defender a la chica o no, contesto:
-
Yo, yo, he sido yo majestad. ¿Por qué?
-
Por nada tranquilo, es que hoy estaba
especialmente buena, solo era eso
-
¡Ah! Pues me alegro mucho.
-
¿Seguro que me la hiciste tú?
-
Si, si majestad.
-
Vale, está bien, buenas noches.
-
Buenas noches majestad.
El príncipe prefirió no decir
nada del colgante que se había encontrado en su sopa.
***
Llega la segunda noche del baile,
y toda Clase de Pieles quiere volver a ir a bailar con el príncipe, asique le
vuelve a pedir permiso al cocinero, este la mira un poco raro, pero la final
accede.
Esta vez Toda Clase de Pieles,
decide ponerse el vestido tan plateado como la luna y el príncipe se queda
perplejo otra vez al verla. Vuelven a bailar juntos, cada vez intiman más y
están más agusto. Pero Toda Clase de Pieles tiene que irse, ya es muy tarde y
no puede perder más tiempo.
Al llegar a la cocina, el
cocinero la vuelve a pedir que haga la sopa al príncipe, y cada vez está más
mosqueado con ella, pues cada día llega más tarde y cumple menos con sus
labores, está como en otra nube.
Esta vez a la sopa le echa la
pipa de plata, y sube a llevarle la sopa
al príncipe igual que hizo la noche anterior. Pero el príncipe al abrir
la puerta le dice:
-
Entra no te vayas, que vas a esperar aquí
mientras yo me lo como.
Toda Clase de Pieles no entiende,
porque el príncipe quiere que se quede ahí con el, pero ella con tal de estar
al lado de su amado, entra sin decir nada.
Cuando el príncipe acaba de comer
toda la sopa se encuentra con el colgante con la pipa plateada y le dice a toda
Clase de Pieles:
-
¿Perdona, tú sabes de quien es esto?
-
No -(contesta la chica dubitativa)
-
¿Seguro?
-
Si, si seguro, no se eso que es ni de quién
podrá ser.
-
Bueno pues nada, muchas gracias buenas noches,
se puede marchar ya, que es demasiado tarde.
El príncipe se había fijado en
las manos que tenía Toda Clase de Pieles, y después miro las suyas. Ella
mientras tanto se fue a todo correr a su habitación pues tan solo le quedaba 5
minutos para convertirse en una ratita presumida.
***
Por fin llega la tercera noche,
que es cuando el príncipe tiene que elegir con quién se quiere casar, él está
muy nervioso por todo lo que puede suceder esta noche, esta intranquilo y tiene
el presentimiento de que esa chica que le tiene tan enamorado quizás esta noche
no aparezca.
Son más de las nueve y Toda Clase
de Pieles aún ni se ha vestido, el cocinero la ha dicho que hasta que no acabe
todo su trabajo no la dejará marchar.
Una vez que termina corre para
vestirse y ponerse el vestido más brillante que las estrellas, llega algo tarde
el baile comenzó hace más de una hora pero el príncipe está allí esperándola.
Ese día está más guapa que nunca,
está preciosa, el príncipe está vez sí que se queda loco de amor de verdad.
Nada más verla va hacia ella, no la suelta en toda la noche, bailan ríen,
hablan, están muy agusto los dos, en un momento del baile sin que ella se dé
cuenta la pone en su dedo un anillo, pero no un anillo normal, si no un anillo
que es una rueda de hámster.
Cuando llega su hora, esta vez
bastante más tarde que los días anteriores, se va corriendo hacia las cocinas,
el príncipe por más que intenta retenerla, ella consigue escapar. El príncipe
sonríe y piensa, voy a descubrir quién eres.
Toda Clase de Pieles va corriendo
a su habitación se pone su abrigo a modo de mandil, va a la cocina para hacerle
la cena al príncipe, y esta vez le echa en la sopa lo último que le quedaba en
la cadena el anillo de boda de su madre. Sube a llevarle la cena al príncipe y
el príncipe la dice:
-
Pasa por favor, ponte al lado de la chimenea.
El príncipe se va comiendo la
sopa muy despacio, y la princesa en un principio se desespera, pues ve que no
la va a dar tiempo a huir, y el príncipe va a descubrir que por las noches se
convierte en ratón. Pero cuando pasa un rato se queda embelesada mirándole y
pierde la noción del tiempo.
El príncipe le pregunta:
-
¿Tú crees que encontrare hoy algo en la sopa?
-
No lo se majestad.
-
Seguro que encontrare algo.
El príncipe mete la mano y
exclama:
-
¡Anda!, sabía yo, que hoy encontraría algo
también. ¿Sabes lo que es esto?
-
No. –Responde a toda prisa la chica.
-
Yo sí. – responde el príncipe.
Entonces la agarra y cuando se va
a acercar a ella, algo extraño empieza a pasarles, ya son más de las 12, asique
Toda Clase de Pieles comienza a convertirse en un pequeño ratoncillo de campo,
pero cuando acaba la trasformación se encuentra con la sorpresa de que el
príncipe también es un ratón de campo, los dos se quedan mirando anonadados,
más ella que él, porque el príncipe ya sospechaba de que ella se convertía por
las noches en ratón.
El príncipe la coge y la dice:
-
Mira el anillo que te he puesto esta noche al
bailar.
Ella ve que es un anillo en forma
de ruda de hámster. Ahora sí que está más alucinada todavía. No entiende nada.
El príncipe la dice:
-
Esto quiere decir que estamos destinados, y que
vas a ser mi mujer.
Ella algo asustada y nerviosa le
pregunta:
-
¿Por qué tu eres un ratón de campo también? el
hechizo lo hizo una bruja de tu pueblo ¿Por qué tu también te conviertes en
este roedor por las noches?
-
Veras, nadie en palacio sabe lo que me ocurre,
ni si quiera la bruja. Mis padres estaban en el comercio de Castroserna de
Abajo, cuando la bruja decidió hacer el hechizo, mi madre estaba embarazada de
mi, asique a mí también me toco este conjuro…
La princesa estaba asimilando
todo lo ocurrido.
Por otro lado con todo el revuelo
que se formó por la boda del príncipe de Castroserna de Arriba, el rey de
Castroserna de Abajo, el padre de Toda Clase de Pieles, se enteró de que su
hija estaba allí, y que había estado en el baile con el príncipe de ese reino,
asique al día siguiente decidió ir a buscarla. el rey estaba muy preocupado por su hija, hacía mucho tiempo que no sabía nada de ella.
Cuando fue a entrar en el
castillo se encontró con la bruja que había hecho el hechizo, los dos se
miraron y el rey se quedó embelesado, todas las brujas que conocía eran feas, viejas, malolientes y con
una verruga en la nariz, aparte de los pies y manos tan grandes que solían
tener. Pero esta no, esta bruja era, guapa, no, no, guapa no, guapísima, que
digo guapísima, más que guapísima, increíblemente guapa, lo único malo que
tenía era que su rencor y envidia la podían. Pero al conocer al rey ella
también se quedó sorprendida de cómo la miraba aquel hombre, jamás nadie la
había mirado así. después de un rato mirándola el rey vio que aquella mujer era la misma que vio aquel día hace ya mucho tiempo. Porfín la había encontrado era ella no cabía duda.
Los dos se gustaron mucho, y el
rey vio que era más guapa que su mujer fallecida asique como de una boda sale
otra, después de que se casaran Toda Clase de Pieles con su hermoso príncipe,
se casó también la bruja con el rey. Ambos reinos hicieron las paces y como no, la bruja rompió el hechizo para siempre.
CAMBIOS EN LA ADAPTACIÓN
Primero comenzar con las cosas
que he respetado del cuento contado en clase.
En primer lugar he querido
mantener más o menos toda la esencia en sí que tenía el cuento. He respetado el
proceso evolutivo de la historia sin alterar nada de orden, a excepción de que el padre pida matrimonio a su hija. También he
mantenido las peticiones que hace la princesa a su padre. Este punto me parecía bastante importante mantenerlo
pues para mi gusto es la esencia del cuento, los vestidos cada uno de una
manera, y el abrigo de toda clase de pieles, de ahí el título del cuento.
Por otro lado he decidido cambiar,
algunos rasgos de los personajes, por ejemplo que los personajes principales,
se conviertan en ratoncillos de campo me parecía original y que da un toque
diferente a la historia, además al ser una historia adaptada para niños, los
temas de fantasía, imaginación, aventuras, y el mantenerles la intriga de…¿que
pasara? Creo que les gustaría. También he metido un personaje nuevo como es la
bruja.
Otro de los cambios ha sido las
cosas que le deja su madre al morir. En el texto contado en clase era un
colgante con una rueca, una medalla de una virgencita y el anillo de boda de su
madre, y en mi adaptación he puesto objetos que tengan que ver con los
ratones como es la rueda de hámster, la pipa plateada y el anillo sí que ha
sido un objeto que he dejado igual.
Cuando va al bosque en la
historia contada en clase, a la princesa la cogen y se la llevan, en mi
historia es ella la que decide marcharse porque se ha quedado prendada del príncipe.
En cuanto al cambio que he realizado en la petición de matrimonio, me parecía conveniente hacerlo ya que el incesto es un tema quizás complicado para explicar en clase, por eso en mi historia el rey se enamora de una chica que no es su hija. Por lo tanto la petición de los vestidos no son a causa de la pedida de mano, si no porque al rey se le olvida el cumpleaños de su hija, y esos son los regalos que ella pide como "venganza".
En cuanto al cambio que he realizado en la petición de matrimonio, me parecía conveniente hacerlo ya que el incesto es un tema quizás complicado para explicar en clase, por eso en mi historia el rey se enamora de una chica que no es su hija. Por lo tanto la petición de los vestidos no son a causa de la pedida de mano, si no porque al rey se le olvida el cumpleaños de su hija, y esos son los regalos que ella pide como "venganza".
Además he añadido una pequeña introducción que
contextualiza la historia que se va a contar, y he variado el final añadiendo
que al final el rey también se casa, ya que en la primera historia se me
quedaba un poco colgado ese personaje.
Una adaptación muy original. Creo que te ha quedado un poco larga para 2º ciclo aunque, cuando cuentes el cuento la narración puede agilizarse. Perfecto.
ResponderEliminarDos cuestiones de redacción:
1- Ten cuidado con el cambio de los tiempos verbales. Escribes en pasado y te pasas al presente varias veces de forma injustificada.
2. "Así que" es separado y con tilde.