Por Anabel Sáiz Ripoll
El artículo escrito por Anabel Sáiz Ripoll, nos explica el
cambio que ha sufrido la Literatura Infantil a lo largos de los años. En él se
muestra todas las etapas por las que ha pasado la literatura, ésta al igual que
muchos otros aspectos de la vida ha estado siempre muy ligada a la sociedad, de
ahí, que haya que comprender que no en todas las épocas se escribía con el
mismo lenguaje, ni se tratan los mismos temas.
Las etapas por las que ha pasado la literatura infantil
serían las siguientes: niño sumiso, niño travieso, niño travieso ejemplar, niño
rebelde, y niño independiente.
Antes la educación en la sociedad era mucho más rígida que
en la actualidad, es decir, predominaban otros valores y eso se ve reflejado en
la literatura. Los niños crecían más rápido y apenas tenían infancia puesto que
no existía tanta flexibilidad.
Anteriormente los libros de lectura estaban escritos con el
mero objetivo de seguir educando y formando a las personas, sin embargo, ahora
se da prioridad al entretenimiento y diversión que los niños pueden encontrar
en un libro de lectura.
En la actualidad, los libros de lectura están
siendo utilizados por muchos profesores en las aulas. A partir de un simple
cuento se puede construir un gran proyecto globalizador, es decir, tratar
varias asignaturas partiendo del mismo punto y relacionarlas entre ellas. De
este modo, bajo mi punto de vista, el proceso de aprendizaje es más atractivo y
llamativo para el alumnado. Es una vía diferente de aprendizaje en la que se da
importancia a la diversión y motivación de los estudiantes aunque ellos no sean
conscientes de que leyendo están aprendiendo.
La sociedad va evolucionando y con ello diferentes
ámbitos como la literatura. Por ello, tenemos que ser profesores innovadores
que sepan de la importancia y utilidad de ésta.
Para concluir, decir que el cambio que ha experimentado la
literatura infantil a lo largo de los años ha sido favorable, como dice la
autora del artículo, ha pasado del niño incapaz de hacer nada por sí solo,
hasta el niño autónomo, con voz suficiente, con derechos fundamentales, pasando
por toda una gama de nulos sumisos, santos, traviesos, rebeldes y tolerantes.
Una buena recensión y una interesante conclusión, pero nunca olvides que la literatura tiene, como fin principal, el disfrute del niño. Los aprendizajes lúdicos son el segundo plato que, por supuesto y como veremos, deben estar siempre en la mente de una buena maestra. ¡Vas por buen camino! ;)
ResponderEliminarTe lo anoto como voluntario.